Mejor que te parece si juntos hacemos el intento, aunque sea por esta ocasión, de celebrar de una manera diferente:
Comencemos por desempolvarnos la mente para recordar en realidad que y para quien estamos haciendo todo esto.
¿Ya te acordaste? pues si, vamos a festejar el nacimiento y la llegada de Jesús a la tierra, aquel quien representa para muchos personas el sustento espiritual y en donde desembocamos nuestra fe, alegrías, tristezas, agradecimientos, peticiones y hasta culpas; alguien que es fiel representante de la nobleza, la sencillez, sabiduría, el sacrificio y quien posee en su plenitud el maravilloso don de amar y perdonar. A Él, por Él y para ÉL es el festejo.
Sólo recuerda que en esta ocasión, ya por el simple hecho de pensar diferente acerca de este gran acontecimiento; de darle importancia a lo que verdaderamente lo tiene te haz ganado un 10, porque aunque sea por un momento te diste la oportunidad de que Jesús volviera a nacer en ti y tú en Él.